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viernes, 21 de febrero de 2014

Sobre el apego en niños adoptados y las disfunciones de la parentalidad

El apego es un vínculo afectivo especial que establece un individuo respecto a otro que entiende como importante e irremplazable, por presentar las siguientes características: base segura, búsqueda de proximidad con respecto a la figura de apego, especificidad de la figura de apego (en la infancia suele ser la madre y/o el padre), protesta de separación y modelos internos operativos, relativamente estables, inconscientes y consistentes, que reflejan la percepción que tiene el sujeto sobre la accesibilidad y la capacidad de respuesta de la figura de apego.

Para que un niño sea dado en adopción, es necesario que sus padres biológicos hayan renunciado a él. En la mayor parte de los casos, esta renuncia implica abandono. Desde el punto de vista psicológico el abandono se refiere al corte o no-existencia del vínculo afectivo (Hermosilla, 1989). El niño que es abandonado por sus padres es agredido en todas las áreas de su desarrollo, esto es, en los afectos, en su desarrollo físico, intelectual y moral. Es la agresión máxima a un ser desprotegido. El proceso de adopción, definido como “el hecho voluntario y legal de tomar y tratar al hijo de otros padres como hijo propio”, supone el inicio de un vínculo de apego nuevo, no obstante la mayoría de los niños adoptados logran una buena adaptación, promoviendo un apego seguro. La adopción puede tener los efectos terapéuticos que tiene toda relación humana profunda, al permitir que se establezca un vínculo estable con una o más figuras no rechazantes. Una vez establecido este lazo padres-hijo y la adaptación y seguridad del menor es totalmente contraproducente la ruptura del vínculo o la vivencia de un nuevo abandono por parte de los progenitores. La separación o pérdida de una figura de apego provoca malestar, tanto en el niño como en el adulto. Las reacciones normativas a la pérdida incluyen protesta y tristeza, y se consideran una consecuencia de la ausencia de la figura de apego, que activa los sistemas motivaciones innatos de búsqueda, con la finalidad de recuperar la seguridad perdida. (Yárnoz, S. compiladora (2008): “La Teoría del apego en la clínica, I: Evaluación y Clínica”. Editorial Psimática: Madrid).

Los patrones de interacción entre la madre o el padre y los niños, una vez establecidos, tienden a persistir en la mayoría de los casos. Una causa de dicha persistencia es el modo en que el progenitor trata al niño, ya que, para bien o para mal, tiende a continuar sin cambios. Cómo un cuidador trate a un niño se relacionará, en gran medida, con su personalidad.

Los progenitores que son sobre-protectores, o que maltratan a sus hijos, o que sufren adicciones, depresiones u otras enfermedades psiquiátricas, tienden a desviar el desarrollo de sus hijos a niveles sub-óptimos. Por el contrario, los progenitores cálidos, afectivos y que apoyan las iniciativas de sus hijos y sus necesidades de exploración, tienden a tener niños que crecen mentalmente sanos y psicológicamente maduros y creativos (Franz y colaboradores, 1994).



jueves, 31 de octubre de 2013

Psicología Forense


En palabras de J. Urra (1993) es “la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con la Administración de Justicia, actuando en el foro (tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho".

De todos es conocida la importancia de la prueba pericial en el contexto legal, pero no tan conocidas son las múltiples áreas de intervención del psicólogo forense.

En el ámbito penal valorando la imputabilidad del procesado y el riesgo delictivo, los trastornos psicopatológicos, toxicomanias, agresiones sexuales, las posibles eximientes, atenuantes, agravantes, la responsabilidad criminal, situaciones de maltrato, posibles secuelas de las victimas, daño moral y el estrés postraumatico.

En el derecho de familia, se aplica a los procesos de tutela, protección de menores, guarda y custodia (capacidad de los cónyuges), régimen de visitas y seguimiento del mismo, adopción y tutela de menores, procesos de acogimiento familiar, emancipación de menores, efecto psicológico de la separación y el divorcio, procesos de nulidad o privación de la patria potestad.

En derecho civil, interviene en las cuestiones referentes a  incapacitación de adultos, internamientos psiquiátricos voluntarios e involuntarios, capacidad testamentaria e impugnación de testamentos, valoración de las secuelas psicológicas y declaración de prodigalidad, entre otros.

En el terreno laboral tiene su ámbito de desarrollo en los accidentes y las posibles secuelas psíquicas de éstos, la incapacidad laboral, las psicopatologías laborales (burn out) y el, tan lamentablemente de moda, mobbing o acoso laboral.

En el ámbito de los menores resulta de utilidad en la valoracion de la credibilidad de testimonio, el estado psicológico, la evaluación de maltrato y las medidas alternativas a la prisión y su cumplimiento.

Finalmente, encuentra amplio campo de acción en el asesoramiento a profesionales del derecho, ayudándoles en la reconstrucción de la demanda pericial, la seleccion de los medios de prueba a solicitar, los procesos intervinientes en la identificación y en el planteamiento de los interrogatorios.

En algunos casos, el/los peritos deberán ratificar verbalmente su informe en presencia judicial y someterse a las aclaraciones de las partes, según lo establecen los Art. 346 y 347 de la Ley Civil.

jueves, 24 de octubre de 2013

Quienes somos?

Bienvenidos a nuestro blog!
Esta maravillosa idea surge de una amiga que nos sugiere dar a conocer más de la psicología forense, esta rama de la psicología que a muchos les lleva a preguntar ojipláticos como se analiza la mente de un cadáver que ya no puede hablar... Pues bien, un psicólogo forense no es eso, o si??...

Somos psicólogos, especializados en la práctica privada del peritaje y colaboración dentro de los procesos judiciales. Nos movemos en la confluencia entre el Derecho y la Psicología, nuestra principal labor es explicar la información psicológica compleja de manera precisa y fácilmente comprensible, aportando al proceso judicial y al mundo legal unos principios, técnicas e instrumentos psicológicos que permitan valorar objetivamente la conducta y el comportamiento humano, sus emociones y motivaciones, los esquemas mentales y procesos socializadores y ayudar a la toma de decisiones judiciales.

Práctica con la que nos encontramos especialmente familiarizadas gracias a nuestra formación teórico-práctica, no solo como licenciadas en Psicología (Universidad Complutense de Madrid), sino también como expertas universitarias en Criminología (UNED) y especialistas en Psicología Forense y Judicial (Pericial Corporativa: valoración y peritación de daños y UNED). Ejerciendo desde el año 2008, nuestra preparación nos permite garantizar un estudio minucioso de la personalidad y una exhaustiva exploración psicopatológica del peritado, y concluir en un informe pericial-psicológico que dé respuesta a las cuestiones que nos plantea cada caso, por supuesto, siempre respetando los principios de honestidad, antitendenciosidad y objetividad imprescindibles en nuestro trabajo. 

Ponemos a disposición de todo aquel que quiera seguirnos nuestro blog, donde publicaremos temas relacionados con la psicología en general y sobre todo de psicología forense. Nos dirigimos no solo a otros profesionales que quieran seguirnos sino a cualquiera interesado en la materia o con necesidad de algún informe legal (civil, penal, familia, laboral, menores...)