lunes, 7 de junio de 2021

NI CONMIGO NI SIN TI… DEPENDENCIAS EMOCIONALES:

Todos conocemos relaciones, o las hemos sufrido, en las que la persona literalmente se queda “enganchada” de su pareja. Son las llamadas dependencias emocionales o adicción al amor. La persona es un “yonki” de su pareja y la relación sentimental patológica y tóxica. En estas relaciones hay siempre una falta de amor, por parte de uno de los miembros hacia el otro y de éste, hacia sí mismo, que no es capaz de abandonar la relación por mucho sufrimiento que le cause. Es cierto, que además las personas dependientes tienden a repetir este patrón de enganche en todas sus relaciones y a lo largo de su ciclo vital. Esta dependencia se caracteriza por una necesidad extrema de vínculo afectivo, temor o miedo al abandono, al rechazo o la soledad, pérdida de la autonomía, búsqueda de aprobación constante, dificultad en la toma de decisiones o en la expresión de necesidades y emociones propias. El dependiente siente una voracidad afectiva constante, necesitando acceso continuo a su pareja, a la que normalmente tiene idealizada en extremo Como cualquier otra conducta adictiva se mantiene por los mismos mecanismos de refuerzo positivo y se genera una dependencia de tipo psicológico. La dependencia al amor es una adicción de tipo comportamental y como tal tiene tres rasgos característicos: pérdida de control y de la voluntad, compulsión y obsesión, y perseverancia a pesar del malestar, el sufrimiento y de las consecuencias negativas que está teniendo la conducta. También como adicción se sufre un “síndrome de abstinencia” tras la ruptura, con pensamientos repetitivos y angustiosos, ansiedad, sentimientos extremos de tristeza y pena (incluso Depresión en algunos casos), trastornos del sueño o de la alimentación, intento frenético por recuperar la relación, mantener contacto o comunicación. En ocasiones puede aparecer incluso la ideación suicida, como solución al sufrimiento desmesurado que se está viviendo o como intento de manipulación para lograr que se retome la pareja. A nivel epidemiológico podríamos decir que afecta por igual a ambos sexos, aunque es menos posible que sea verbalizada por los varones por el estigma de la vergüenza. Las personas dependientes se caracterizan por un alto grado de inseguridad y otros síntomas o conductas como pueden ser: - Baja autoestima. - Elevada autocrítica y autodesprecio. Evaluación de sí mismos negativa. - Perfil pasivo de respuestas. Dificultad para expresar sus deseos, necesidades o su criterio y para hacer valer sus derechos asertivos. - Conducta sumisa que en les puede ocasionar sensación de ser manipulado o incomprendido y rabia hacia sí mismo y hacia los demás. - Poco criterio en la búsqueda de pareja. - Sentimientos de inferioridad. - Indecisión. - Miedo al rechazo, abandono o soledad. - Necesidad constante de vínculos afectivos y de aprobación y validación. - Pérdida de autonomía. - Dificultad para asumir responsabilidades y a la hora de tomar decisiones. - Tendencia a la depresión o a la ansiedad. Pasos necesarios para superar una dependencia emocional y escapar de una relación tóxica: - Enumeración de los perjuicios que recaen sobre la relación. - Fomentar la autonomía e independencia, con actividades de autocuidado y que tengan como objetivo promover la resolución personal y el aprender a estar solo. - Trabajar la autoestima. Búsqueda de ocupaciones que impulsen la valía, el amor propio y los distintos para obtener una valoración propia óptima: o Autoconocimiento. o Autoconcepto. o Autoevaluación. o Autoaceptación. o Autorespeto. - Sustitución de los pensamientos distorsionados y obsesivos-rumiativos por otros más sanos y saludables. - Impulsar la toma de decisiones de modo independiente, sin la necesidad de tener en cuenta la opinión de terceros o de buscar la aprobación constantemente. - Animar al establecimiento de vínculos y relaciones más sanas, equilibradas y saludables.

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