viernes, 11 de julio de 2014

Sobre la recaída (con la colaboración de la psicóloga especializada en adicciones Lucia Quintana)

El fenómeno de la recaída es consustancial al proceso de recuperación de las adicciones. No se trata sólo de apartar al adicto de la droga sino que el objetivo principal en los tratamientos de rehabilitación actuales por consumo de sustancias es la abstinencia. En la consecución de la misma pueden existir crisis o recaídas que deriven en consumos puntuales o en una conducta más sostenida en el tiempo. La vulnerabilidad a la recaída existe durante toda la vida del adicto y es un problema presente en todos los procesos de dependencia de drogas (Graña Gómez, J.L.: Conductas adictivas. Teoría, evaluación y tratamiento. Editorial Debate. 1998; Caballero Martínez, L.: Adicción a la cocaína: neurobiología, clínica, diagnóstico y tratamiento. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, 2005).

Cuando se produce esta situación de fallo en el mantenimiento de la abstinencia, se observa que las pautas de consumo de sustancias no regresan a su nivel anterior, sino que la ingesta se ve incrementada e, incluso, las personas adictas pueden añadir el consumo de otras drogas que no existían en sus pautas con anterioridad. En esta nueva dinámica conductual se aprecian rasgos de compulsividad, la necesidad de experimentar emociones cada vez más extremas derivadas de un estado anhedónico y/o disfórico caracterizado por sentimientos de culpa, frustración, desesperación, desconcierto y ocasionalmente, autocompasión, ante el fallo en la consecución de la abstinencia, que terminan transformándose en pensamientos obsesivos al respecto. Se genera así una necesidad subjetiva, cada vez más acuciante, de necesitar otra vez la droga para desempeñar las actividades habituales de la rutina diaria, que supera incluso a la que secunda el establecimiento del trastorno por consumo de sustancias y se ofrece como una salida a los sentimientos negativos referidos con anterioridad.

La recaída en un consumo de sustancias psicoactivas (como podría ser la cocaína) es una entidad propia con una serie de características que la define. En ese instante la conducta volitiva de la persona se ciñe a la necesidad apremiante de satisfacer el deseo de consumo de drogas, sin valorar las consecuencias asociadas a sus actos con posterioridad. En la recaída existe una pérdida de control con respecto a la cantidad de droga ingerida, por lo que son probables episodios de intoxicación por sustancias en los que se aprecian alteraciones de la sensopercepción (alucinaciones, pseudoalucinaciones) y/o del contenido del pensamiento (delirios) que no se pueden explicar mejor por otro trastorno.

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