viernes, 12 de octubre de 2018

El autismo en el marco de la educación reglada


Para tratar el autismo desde la escuela ordinaria, es importante que tanto los centros como los docentes tengan presentes, en todo momento, que los alumnos con Trastornos del Espectro Autista (TEA) no dejan de ser alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) y que, independientemente de su potencial e inteligencia individual, siempre van a presentar, en mayor o menor grado, problemas en las siguientes áreas (VIU, 2018):
-      -    Problemas de interacción social, consistentes en un cierto grado de aislamiento y falta de contacto social y afectivo con las personas, así como carencia de empatía e incapacidad para expresar sus propios sentimientos.
-       -   Alteraciones de conducta, conductas repetitivas o disruptivas y obsesión por ciertos temas normalmente de escaso interés para el resto, como series de números o las posiciones de estrellas y planetas.
-       -   Alteraciones cognitivas, que afectan principalmente a aspectos relacionados con la abstracción, la función simbólica, el lenguaje, la atención y la memoria.
-       -   Alteraciones en la comunicación verbal y/o no verbal, que puede ser inexistente o presentar importantes anomalías en la intencionalidad o el significado.
-          -   Dificultades de la coordinación motriz, con grandes variaciones entre un caso y otro se observan problemas de movimiento y coordinación.

Estos problemas derivan en unas necesidades educativas específicas que tengan como objetivo principal paliar, potenciar y mejorar en la medida de lo posible las alteraciones en el plano cognitivo, intelectual y social de estos alumnos. Para conseguirlo, el profesor cuenta con tres herramientas básicas: adaptación del currículo, criterios metodologías especiales y actividades específicas.
           
Los objetivos generales de las estrategias educativas en niños autistas deben estar dirigidos a la consecución de las siguientes metas (VIU, 2018):
-        -   Potenciar al máximo la autonomía e independencia personal niños con autismo.
-         -   Desarrollar el autocontrol de la propia conducta y su adecuación al entorno.
-    - Mejorar las habilidades sociales de los alumnos, para que su objetivo sea adquirir la capacidad de desenvolverse en el contexto y el seguimiento de las normas, claves y convencionalismos sociales y emocionales.
-          - Desarrollar estrategias de comunicación funcionales, espontáneas y generalizadas.
-          - Fomentar la intención comunicativa y la reciprocidad en la comunicación.
-          - Desarrollar procesos cognitivos básicos como el pensamiento abstracto, la atención y la memoria.
-          - Adaptación curricular.

En base a la consecución de estos objetivos, el equipo docente del centro debe realizar una adaptación curricular individualizada que se adapte al alumno en función de los siguientes aspectos:
-        -  El grado y tipo de autismo del alumno y sus características y potencialidad.
-         -  Las posibilidades de desarrollo funcional de cada niño.
-          - La evolución del alumno.
-          - El entorno familiar y social del alumno.
-         - El contexto educativo en el que se encuentra inmerso el alumno: capacidades del personal e infraestrucutra del centro, posibilidad de que reciba atención y apoyo extraescolar, etc.

    Respecto a los criterios metodológicos, el procedimiento de enseñanza- aprendizaje utilizado debe, por un lado, adaptarse al ritmo y las dificultades en el plano cognitivo, comunicacional y social del niño y, por otro, incidir en la experimentación y el contacto con los demás y el entorno, ya que es la mejor forma de romper el hermetismo que caracteriza a estos chicos y facilitar el aprendizaje funcional. Algunas acciones metodológicas en esta línea que la experiencia ha demostrado muy eficaces son:
-          - El aprendizaje en contextos naturales.
-          - Tomar los propios intereses del alumno como punto de partida.
-          - Prediseño de situaciones que favorecen o desencadenan actos comunicativos.
-          - El típico sistema de aprendizaje de ensayo-error no funciona con niños autistas. En estos casos, es mejor que el profesor le facilite los apoyos necesarios para que pueda realizar la tarea y luego se los vaya retirando poco a poco.
-          - Prestar mucha atención a la expresión y comprensión de los estados emocionales propios y ajenos.
-          - Establecer rutinas y situaciones muy estructuradas.
-          - Evitar elementos de distracción.

 La organización espacio-temporal también debe estar muy estructurada, facilitando la predictibilidad y la anticipación.
-         -  Usar agendas para que el alumno pueda tener muy bien organizado el tiempo, pueda predecir situaciones y le sea más fácil controlar su conducta.

Las actividades enfocadas a niños autistas deben ser muy funcionales, estar muy bien organizadas y estructuradas y destacar por la claridad y la sencillez. En cuanto a los materiales, se debe procurar que por sí solos muestren al niño las tareas que debe realizar. Los apoyos visuales (dibujos, fotos, carteles) son muy útiles en niños autistas como guía y elemento no solo recordatorio, sino también de refuerzo motivacional de las acciones y tareas diarias.

Los trabajos en mesa deben ser repetitivos, bien estructurados, procurando que el niño interactúe con sus compañeros y donde predominen los elementos visuales (pictogramas, puzles) y con los que pueda experimentar (ceras de colores, juegos de construcción, plastilina, etc.).



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