viernes, 23 de mayo de 2014

Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH). Qué es y qué tipos hay?

ALGUNOS DATOS SOBRE EL TDAH:
- Crónico.
- Alta prevalencia.
- Edad escolar (3-5%).
- Más frecuente en niños. En niñas es más frecuente el tipo de falta de atención y la hiperactividad de observa, sobre todo, en el exceso de habla.
- El trastorno tiene tres pilares básicos: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad de intensidad desadaptativa y mayor de la esperada por el nivel de desarrollo. Deben aparecer estos síntomas antes de los 7 años.
- Repercusiones en el plano escolar, laboral, familiar y social. Siempre causan alteraciones en varios ambientes.
- A menudo estos niños corren el riesgo de ser etiquetados como "maleducados" o "poco inteligentes"; son
más propensos a accidentes. 
- Es una enfermedad emergente, con influencias genéticas, factores psicosociales (padres ajetreados, límites escasos, progresiva psiquiatrización de los síntomas), factores de desarrollo y desequilibrio neuroquímico.
- Los síntomas deben haber persistido al menos 6 meses, con intensidad desadaptativa e incoherente con el nivel de desarrollo.
- El diagnóstico debe ser hecho por el psicólogo, psiquiatra, neurólogo y/o psicopedagogo. Es de difícil diagnóstico puesto que no es fácil la cuantificación, la información de las fuentes no siempre es coincidente (la madre dice una cosa y el padre otra, el profesor, el pediatra...) y la variación de la conducta depende del comtexto.
- La demora en la intervención empeora el diagnóstico.
- Persiste en la adolescencia. 2/3 perpetúan síntomas de adultos.

FISIOPATOLOGÍA:
- Maduración anormal o atrasada de los lóbulos frontales, que coordinan el resto de las funciones cerebrales, disfunción en la modulación del nivel de activación o arousal que impide la regulación de la actividad ante demandas ambientales concretas, bajas tasas de dopamina y serotonina (los circuitos dopaminérgicos de estos niños tienen un fallo en el transportador que recapta la mayor parte de dopamina y, a consecuencia, hay menos receptores a nivel postsináptico).
- Tienen una base genética (herebadilidad alta, probabilidad del 92% en gemelos dizigoticos si uno ya posee TDAH).
 - Factores de riesgo: bajo peso al nacer (menos de un kilo), exposición al tabaco, padres con TDAH, complicaciones perinatales, exceso de plomo...
- Se produce una disfunción temprana que produce inhibición del control e incapacidad para bloquear respuestas inadecuadas.
- Las condiciones sociales modulan el TDAH, no actúan como génesis.

SINTOMATOLOGÍA:
La desatención implica la distracción constante, incapacidad para atender de manera intensa y selectiva los estímulos específicos y dificultades para explorar estímulos complejos de manera planeada y eficiente. El DSM-IV exige la presencia de al menos 6 de estos síntomas a menudo:
- No presta atención suficiente a los detalles y comete errores por descuido en las tareas escolares, trabajo, etc.
- Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente (no es extraño que muchos padres comenten que creen que su hijo tiene problemas auditivos).
- No sigue las instrucciones y no finaliza las tareas escolares, encargos u obligaciones en el trabajo, no debidos a comportamiento negativista o incapacidad para comprender las instrucciones.
- Tiene dificultades para organizar tareas o actividades y a menudo extravía objetos (por ejemplo, ejercicios escolares, lápices...).
- Evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo: puzzles).
- Se distrae con facilidad con estímulos irrelevantes (desatención).
- Es descuidado en las actividades diarias.

La hiperactividad se caracteriza por una inquietud y un estado de marcha constante, la incapacidad de realizar actividades de manera tranquila, un exceso de acción en situaciones inadecuadas y la incapacidad de permanecer sentados y por el exceso de ruido y habla que realizan. El DSM-IV requiere que 6 de los siguientes síntomas se den a menudo:
- Mueve en exceso las manos o pies o se remueve en su asiento.
- Abandona su asiento en clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
- Corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas (en adolescentes y adultos pueden ser sentimientos de inquietud).
- Tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
- Está “en marcha” como si fuera un motor.
- Habla en exceso.

La impulsividad le lleva a no tener nunca en consideración las posibles consecuencias de sus actos; son incapaces de aplazar las gratificaciones y presentan ausencia de estrategias y planificación mínima de unas tareas o actividades. Son muy imprudentes socialmente.
- Da las respuestas antes de haber sido completadas las preguntas, de manera precipitada.
- Son incapaces de guardar su turno.
- Interrumpe o se entromete en las actividades de otros: conversaciones, juegos…

Todos estos síntomas comportamentales empeoran en situaciones que exigen atención o esfuerzo mental sostenido, en las que carecen de atractivo o novedad o en situaciones de grupo. Por el contrario pueden atenuarse en situaciones de estricto control, novedosas o gratificantes y en relaciones personales de uno a otro.

CLASIFICACIÓN:
a) Tipo combinado.
b) Tipo con predominio de déficit de atención.
c) Tipo con predominio hiperactivo- impulsivo.

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