Se viene identificando la atención con orientación y concentración, así como un proceso íntimamente unido a la conciencia, relacionandose con la cantidad de esfuerzo realizado para enfocar ciertos aspectos de la experiencia o actividad. La capacidad de atención es también denominada prosexia. Se pueden dividir en dos:
1) HIPOPROSEXIA (DISTRAIBILIDAD): los mecanismos atencionales están patológicamente disminuidos. Incapacidad pra mantener la atención o la atención recae sobre estímulos externos irrelevantes.
- TENACIDAD DISMINUIDA: incapacidad de mantener un tiempo suficiente la atención sobre determinados estímulos o contenidos de la conciencia.
- INATENCIÓN SELECTIVA: se bloquea la atención ante aquello que produce ansiedad.
- SELECCIÓN INDICRIMINADA DE ESTÍMULOS: dificultad para escoger, según su importancia, la información que llega a la conciencia.
- AMPLIACIÓN DE CAMPO: atención a un número de estímulos mayor de lo habitual.
Es común encontrar hipoprosexia en trastornos con el déficit de atención con hiperactividad, episodios maníacos, ansiedad patológica o intoxicación por sustancias.
2) HIPERPROSEXIA (INATENCIÓN O ABSTRACCIÓN ANÓMALA): la atención está exageradamente incrementada. El estado de activación atencional está por encima de los límites de la salud. Es frecuente en estados hipervigilantes y paranoides.
- HIPERVIGILANCIA: atención excesiva a todos los estímulos, ya sean internos o externos y por lo general secundaria a delirios o paranoias.
- HIPERVIGILANCIA: atención excesiva a todos los estímulos, ya sean internos o externos y por lo general secundaria a delirios o paranoias.
- ATENCIÓN CONCENTRADA: sobre determinados estímulos o contenidos mentales durante períodos exageradamente largos.
Cuando una persona presenta todas sus capacidades atencionales conservadas y sin alteraciones se encuentra normoproséxica.
Cuando una persona presenta todas sus capacidades atencionales conservadas y sin alteraciones se encuentra normoproséxica.