viernes, 27 de enero de 2017

Cleptomanía

La cleptomanía es la necesidad imperiosa e irrefrenable de robar objetos y apropiarse de manera repetitiva de cosas ajenas, generalmente de poco valor y no necesarias. A la persona que siente tal necesidad se le denomina cleptómano o cleptomaníaco y no tiene como finalidad el enriquecimiento personal ni el perjuicio de la persona robada. El cleptómano experimenta sensación de placer o gratificación durante el robo y, posiblemente, después del robo sentimientos de culpa, vergüenza o remordimientos. Comparte algunos de los síntomas con otro tipo de adicciones.

Es importante para entender qué es la cleptomanía tener claro el concepto de impulso y los tipos de trastornos relacionados con su control. El impulso es definido como "el deseo o motivo afectivo que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar" y cabe destacar de entre sus características las siguientes:
- La inmediatez entre el estímulo desencadenante de una conducta y la aparición de la misma.
- La ausencia de reflexión y de planificación previos al desarrollo de la conducta impulsiva.
- La ausencia de eficacia adaptativa de la conducta impulsiva en relación con el medio en el que vive el sujeto que la desarrolla.
- El componente emocional que acompaña a todo acto impulsivo.

Dentro de los trastornos del control de los impulsos se podrían diferenciar dos grupos: el de aquellos en que la impulsividad es resultado de la imposibilidad de inhibir la conducta y el de aquellos en que la impulsividad se caracteriza por la imposibilidad para resistir el impulso. Dentro de este segundo grupo encontrariamos trastornos como la cleptomanía, el juego patológico o ludopatía, la tricotilomanía (tendencia a arrancarse pelo) o la compra patológica entre otros.

La cleptomanía, según la clasificación DSM-V se incluye dentro de los trastornos disruptivos del control de los impulsos y de la conducta caracterizado por un potente impulso de robar objetos innecesarios e incluso que carecen de valor, una sensación de tensión creciente que conduce al robo y a satisfacer la necesidad cuando se encuentra en lugar apropiado para ello, pensamientos recurrentes e intrusivos que le incitan a cometer el robo e impotencia a resistirse a los impulsos; todo ello sin premeditación ni planificación previa. 

Criterios diagnósticos de la CLEPTOMANÍA 312.32 (F63.2):
A. Fracaso recurrente para resistir el impulso de robar objetos que no son necesarios para uso personal ni por su valor monetario.

B. Aumento de la sensación de tensión inmediatamente antes de cometer el robo.

C. El robo no se comete por expresar rabia ni venganza, ni en respuesta a un delirio o una alucinación.

D. El robo no se explica mejor por un trastorno de la condicta, un episodio maníaco o un trastorno de la personalidad antisocial

Como posibles causas de este trastorno se han barajado disfunciones de la neurotransmisión (disminución de la concentración de un metabolito de la serotonina o liberación de dopamina que provoca sensaciones placenteras si tenemos en cuenta que la cleptomanía puede estar relacionada con otros trastornos adictivos), hipotesis evolucionistas (plantean la existencia de líneas genéticas que se transmiten generacionalmente con mayor incidencia de patrones de conducta impulsiva) y disfunciones de áreas cerebrales (núcleo accumbens, región basolateral de la amígdala o corteza prefrontal entre otras). 

Serían factores de riesgo a tener en cuenta los antecedentes familiares, otros trastornos mentales, un traumatismo craneal o las lesiones cerebrales. Teniendo en cuenta que la cleptomanía es un trastorno del espectro del control de los impulsos y las características que comparte con la adicciones, podemos encontrar comorbilidad con trastornos por abuso de sustancias, trastornos como la anorexia o bulimia, alcoholismo, trastornos ansiosos o depresivos o trastornos obsesivo-compulsivos. Finalmente se ha de señalar que es un trastorno que es más frecuente entre la población femenina que entre la masculina.


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