viernes, 20 de marzo de 2015

La tercera edad y los problemas de memoria

Vamos a empezar el post desmontando mitos... los olvidos y los problemas de memoria no son algo exclusivo del proceso de envejecimiento ni siempre se producen como resultado del mismo. A veces la edad es un factor importante a tener en cuenta en los fallos continuados de memoria, pero en los procesos de memoria influyen también otras variables personales (nivel de autoexigencia, estado físico general, ausencia de enfermedad, estado anímico, ejercicio, alimentación equilibrada y adaptada a la edad) y ambientales (jubilación, pérdida de un ser querido, enfermedades mentales como ansiedad o depresión, disminución de estimulación por menores exigencias del medio, estrés, uso de herramientas que nos facilitan la vida y nos enlentecen la mente, como móviles, calculadoras, agendas...).


Por otra parte, hay ciertas variables que también debemos tener en cuenta, como serían las diferencias individuales (dos personas con la misma edad y nivel cultural pueden presentar un funcionamiento mental distinto); personas de edad muy avanzada siguen desarrollando un trabajo impecable (actores, escritores, profesores); y está comprobado que personas mayores que realizan un programa de intervención cognitiva mejoran tanto objetiva como subjetivamente. Además, debemos tener en cuenta que no siempre nuestros fallos de memoria se deben a la memoria propiamente dicha. La memoria no se encuentra ubicada en un sitio único del cerebro, sino que más bien es el resultado del funcionamiento conjunto de múltiples estructuras cerebrales (estímulo, percepción y memoria sensorial, memoria a corto plazo o inmediata, memoria a largo plazo, atención, selección y codificación, almacenamiento, memoria de trabajo, recuperación de la información almacenada, localización o huella mnésica y decodificación de la información, etc). En resumen, no todos los olvidos son iguales ni siempre son fallos ocasionados por un deterioro o un déficit de la memoria. Si, por ejemplo, no recuerdo el nombre de una persona que me acaban de presentar, no necesariamente estaríamos hablando de un fallo de memoria o de recuperación de la información, podría deberse a un fallo de atención o a un fallo en la codificación y almacenamiento de esa información. O incluso, la pérdida de objetos como gafas, móvil o llaves puede tener su causa principal en la falta de atención al tratarse de una tarea o una conducta automatizada: llego a casa hablando por el móvil (conducta automátizada), me quito el abrigo y dejo el bolso y las llaves, a la vez saludo al entrar y en algún momento suelto el móvil; si conincide que lo he dejado donde siempre, estupendo, ¿y si no?...


Es por ello que los programas de estimulación cognitiva no solo están basados en la memoria, sino en otras facetas importantes:
- Memoria: capacidad de adquirir, conservar y restituir informaciones. Ejercicios como listado de frutas, que me llevaria en la maleta si me fuera a la playa en verano, leer un listado de palabras e intentar recordarlas, repetición de series.
- Atención: focalización sobre una acción u objeto particular. Se puede trabajar en dibujos de unir puntos, sopas de letras, búsqueda de un dibujo repetido.
- Orientación: en espacio, tiempo y persona y el conocimiento que se tiene de ellas. Se trabajaría con los días de la semana, meses del año, saber la fecha y la hora, dibujar el plano de su casa.
- Gnosia: conocimiento del mundo y de sus objetos a partir de las experiencias sensoriales. Por ejemplo, marcando un número de teléfono o expresando cosas a traves de mímica.
- Cálculo: operaciones o series de operaciones que en un principio se refieren a números. Se trabaja a traves de sumas, restas, localización de secuencias de números.
- Lenguaje: capacidad del ser humano de utilizar un sistema de signos verbales para comunicarse con su entorno y representarse el mundo. Ejemplos de ejercicios serían listas de palabras que empiecen por "ca", ordenar frases, denominación de objetos y sus funciones.
- Funciones ejecutivas: ejercicios de conservación de la lectura y escritura, razonamiento verbal, preservación del esquema corporal.
- Praxias: son las habilidades motoras adquiridas. Realizar dibujos, bien copiando de un modelo o bien de forma libre.
- Razonamiento: capacidad del individuo de dirigir intencionadamente el pensamiento para, a través de unas premisas, llegar a una conclusión plausible y coherente. Mejora con ejercicios que trabajen la capacidad de clasificar características de los objetos entre otros.


Existen escalas que permiten medir el deterioro de la persona y determinar si sus quejas son parte del deterioro propio del envejecimiento o asociado a una patología concreta. No obstante estas evaluaciones siempre deben realizarse por un profesional cualificado (neuropsicólogo) que planteará el programa de intervención adecuado a las necesidades y a las funciones cognitivas que se mantienen y su grado de conservación.



ESCALA DE DETERIORO GLOBAL:

GDS 1
Sin deterioro cognitivo/Normalidad.

• No hay quejas subjetivas de pérdida de memoria.
• No se objetivan déficit de memoria en la entrevista clínica.
GDS 2
Deterioro cognitivo muy leve/Olvido benigno senil.

• Hay quejas subjetivas de pérdida de memoria, más frecuentemente en las siguientes áreas:
a) Olvidos del lugar donde ha dejado objetos familiares.
b) Olvido de nombres familiares.
• No hay evidencia objetiva de déficit de memoria en la entrevista clínica.
• No hay déficit objetivo en el trabajo ni en situaciones sociales.
• Actitud apropiada respecto a su sintomatología.
GDS 3
Deterioro cognitivo leve/Compatible con enfermedad de Alzheimer incipiente.

• Primeros déficit claros. Manifestaciones en más de una de las siguientes áreas:
a) Se suele perder cuando viaja a lugares no conocidos.
b) Se evidencia su bajo rendimiento laboral.
c) Se hace evidente la pérdida de palabras y nombres.
d) Retiene relativamente poco material cuando lee un párrafo de un libro.
e) Demuestra una disminución en el recuerdo de nombres de personas que acaba de conocer.
f) Pierde o extravía objetos de valor.
g) En la exploración clínica se puede evidenciar un déficit de concentración.
• Evidencia objetiva de déficit de memoria que se pone de manifiesto en una entrevista exhaustiva.
• Disminución del rendimiento en las áreas laboral y social.
• Empieza a negar los déficit.
• Estos síntomas van acompañados de ansiedad leve o moderada.
GDS 4
Deterioro cognitivo moderado/Demencia leve.

• Déficit evidentes al realizar una cuidadosa historia clínica. Los déficit son manifiestos en las siguientes áreas:
a) Disminución en el conocimiento de acontecimientos actuales y recientes.
b) Puede presentar algún déficit en el recuerdo de su historia personal.
c) Déficit en la concentración, que se hace evidente en la sustracción de series.
d) Disminución en la capacidad para viajar, manejar las finanzas, etc.
• No suele haber déficit en las siguientes áreas:
a) Orientación en tiempo y persona.
b) Reconocimiento de personas y caras familiares.
c) Capacidad para desplazarse a lugares conocidos.
• Incapacidad para realizar tareas complejas.
• La negación es el principal mecanismo de defensa.
• La respuesta afectiva se aplana y el individuo se retrae ante situaciones de mayor exigencia.
GDS 5
Deterioro cognitivo moderadamente grave/Demencia moderada.

• El paciente ya no puede pasar sin algún tipo de ayuda.
• El paciente es incapaz de recordar detalles relevantes de su vida actual, por ejemplo su dirección o número de teléfono que tiene desde hace años, los nombres de parientes cercanos (p.ej. sus nietos), de su escuela, colegio, instituto o universidad en que se graduó.
• A menudo presenta desorientación temporal (fecha, día de la semana, estación…) o de lugar.
• Una persona con educación formal puede tener dificultad al contar hacia atrás desde 40 de 4 en 4 o desde 20 de 2 en 2.
• Las personas en este estadio se acuerdan de muchos datos importantes referentes a ellos mismos y a los demás.
• Invariablemente saben su propio nombre y el de su esposa e hijos.
• No requiere ayuda para el aseo ni para comer, pero puede tener alguna dificultad en elegir qué ropa ponerse.
GDS 6
Deterioro cognitivo grave/Demencia moderadamente grave.

• Puede olvidarse ocasionalmente del nombre de su esposo/a, de quien depende del todo.
• No será consciente de acontecimientos y experiencias recientes.
• Retiene algún recuerdo de su vida pasada, pero es poco preciso.
• Generalmente, no es consciente de su entorno, ni en el tiempo ni en el espacio.
• Tiene dificultad en contar de 10 hacia atrás y, a veces hacia delante.
• Requerirá asistencia en las actividades de la vida diaria, por ejemplo puede ser incontinente, precisará ayuda para desplazarse, pero ocasionalmente mostrará capacidad para trasladarse a lugares conocidos.
• Frecuente alteración del ritmo diurno.
• Con frecuencia distingue a las personas conocidas de las desconocidas.
• Casi siempre recuerda su propio nombre.
• Aparecen cambios emocionales y de la personalidad. Éstos son bastante variables e incluyen:
a) Conductas delirantes, como por ejemplo, los pacientes acusan a su esposo/a de ser un impostor, hablan con figuras imaginarias de su entorno, o con su propio reflejo en el espejo.
b) Síntomas obsesivos, como por ejemplo, la persona continuamente repite sencillas actividades de limpieza.
c) Síntomas de ansiedad, agitación e incluso de conducta violenta que no existía hasta entonces.
d) Abulia cognitiva, como por ejemplo, pérdida de fuerza de voluntad por no poder mantener la intencionalidad el tiempo suficiente para determinar cómo convertirla en acción.
GDS 7
Deterioro cognitivo muy severo/Demencia grave.

• En el curso de este estadio se perderán todas las habilidades verbales. Al principio de este estadio verbalizará palabras y frases muy concretas. Al final, no hay lenguaje sólo gruñidos.
• Incontinencia urinaria. Requiere asistencia para el aseo y la alimentación.
• A medida que avanza el estadio se pierden las habilidades motoras básicas, por ejemplo la capacidad para andar.
• El cerebro ya no parece capaz de decir al cuerpo lo que debe hacer. Aparecen a menudo signos y síntomas neurológicos generalizados y corticales.

Fuente: Reisberg B y cols. (1982). Modificada por Tárraga L. (1999).

No hay comentarios:

Publicar un comentario